En las horas previas al Superclásico, Gallardo destacó el apoyo incondicional del fanático riverplatense y recordó la eliminación a Boca en la Copa Sudamericana 2014. Además, el DT opinó sobre la incorporación de Casco.
La expectativa es inmensa. Luego de varios meses, River y Boca volverán a verse las caras, en el Estadio Monumental, por la vigesimocuarta jornada del Campeonato de Primera División. Fiel a su costumbre, Marcelo Gallardo vive las horas previas con mucha ansiedad, pero enfocado en el objetivo inmediato: ganar el Superclásico.
Mientras aguarda por el duelo más importante del país, el Muñeco confesó: "El gol de Pisculichi no me lo olvido más. Por el momento en que se dio, ya que en esa semana decidimos jugar con un equipo diferente en cancha de Racing, por lo que significaba para el hincha y por lo que representaba para nosotros ganar un título dejando afuera al máximo rival. Era una parada importante y fue muy fuerte la emoción. Para colmo, desde lo personal venía conmovido por la enfermedad y la muerte de mi mamá, que había sucedido hacía poco".
"En estos partidos el equipo siempre responde porque pudimos forjar una mentalidad ganadora. Un mensaje en el que los jugadores se sintieran representados. Yo aprendí de las cosas negativas para intentar cambiar la historia", agregó el entrenador del Millonario.
Además, el exjugador de La Banda analizó la posibilidad de incluir a Milton Casco en el once inicial: "En circunstancias normales, lo hubiese inhabilitado. Pero no estamos en circunstancias normales: tengo al lateral izquierdo titular lesionado y a ningún otro que naturalmente juegue en ese puesto. Vega es una alternativa".
En cuanto a su relación con Arruabarrena, el DT explicó: "No somos amigos con el Vasco. Sí fuimos compañeros de muy chicos y siempre hubo una relación de respeto. Entiendo que a cualquiera lo puede desbordar una situación y no juzgo por eso. Me saludaré con él como corresponde por una cuestión de respeto".
"Con Tevez no va a ser la excepción: vamos a tomar los recaudos necesarios y vamos a estar atentos a los detalles porque es un jugador de jerarquía, como lo hacemos con los jugadores importantes de los rivales, pero primero vamos a pensar en lo nuestro", sostuvo Gallardo, en diálogo con Olé.
Finlamente, el Muñeco elogió a los riverplatenses: "No dejan de sorprenderme los hinchas. Todo el tiempo. Y eso que no tengo el contacto con ellos que me gustaría. Me los cruzo cuando llevo a mis hijos al colegio o a fútbol, o cuando vengo al club. A veces esperan cuatro o cinco horas en la puerta para vernos. Y hubo un montón que se tatuaron mi nombre, mi apodo o mi imagen. Hasta me mandan fotos para mostrármelo. Eso es muy fuerte".
"Me asombra. Y es que se generó un vínculo muy fuerte y es muy intenso todo lo que se vive. La gente volvió a ser feliz con este equipo. Ese sentimiento cada vez me marca más. Todo lo que se vivió en el club en el último año y pico. La gente se identificó con una idea. Eso para mí es reconfortante. Y me despierta aún más el desafío de seguir generando cosas que nos permitan no salirnos del camino. No es fácil que se reconozca un estilo. Y que se reconozca, y se lo pueda sostener, es una satisfacción", manifestó el técnico del Más Grande.
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